Marcos Mundstock: / Cierto día cayó en las manos de Johann Sebastian un extraño poema atribuido a Arquímedes de Siracusa, cuyo texto impresionó fuertemente al músico al extremo de decidirlo a escribir una ópera sobre la vida del sabio. El poema de marras dice: “Cuando un cuerpo sólido está enteramente sumergido en un líquido en equilibrio, sí, cuando ya todo es igual para él, cuando se siente abandonado por el universo, ese universo que permanece indiferente, más allá de la superficie de separación líquido-aire, que siempre se mantiene horizontal, porque es el lugar geométrico de todas las moléculas sometidas a la presión atmosférica; cuando ese cuerpo siente esfumarse lentamente su relación con el alienado mundo de los que creen que viven, ¡ay de ellos!, cuando ese cuerpo extingue sus vivencias postreras en el seno del líquido que alberga su agonía…¡Zácate, el empuje!. Pero, ¿qué es el empuje?, ¿es en verdad un impulso que devuelve las esperanzas perdidas?, ¿es el flujo vital que nutre los últimos vestigios de resurrección? No, nada de eso. El empuje es la resultante única de las fuerzas que el líquido ejerce sobre la superficie del cuerpo, como si intentara oprimirlo hasta la asfixia, y esta resultante es única, igual y directamente proporcional al peso del volumen del líquido desalojado y pasa por el centro de gravedad de este volumen, atravesando el cuerpo… ¡sin piedad!… y sometiéndolo a un suplicio irremediable. Eso sí, hay otros cuerpos que flotan”. Hasta aquí el poema. A continuación el conjunto de instrumentos informales Les Luthiers interpretará el “Coro de los patriotas Siracusanos” de la ópera “Arquímedes de Siracusa”, de Johann Sebastian Mastropiero. / Coro: / Cuando un cuerpo se sumerge, qué sucede, eh
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Marcos Mundstock: El compositor Johann Sebastian Mastropiero ha dado al mundo musical obras tan importantes como las que integran este recital, sin ir más lejos. El scherzo concertante “El alegre cazador que vuelve a su casa con un fuerte dolor acá”, op. 53 de Johann Sebastian Mastropiero, ha sido compuesto para latín, contrachitarrone da gamba, tubófono parafínico cromático, gom-horn, kazoo da casa, y bass-pipe a vara. / (Obra instrumental) / (En un momento de la obra, el luthier Puccio inicia una larga -por no decir interminable- cadencia de latín. Sus compañeros, algo aburridos se relajan y comienzan a charlar, leer el diario, etc) / Marcos Mundstock: (Intentando con un encendedor) No prende
Marcos Mundstock: / Archivaldo García siempre se ganó la vida como empleado público y componía en la oficina en sus ratos libres. Se pasaba el día componiendo. De carácter apocado, asustadizo, obsesivo, reprimido y maniático, fanático del orden y la limpieza, Archivaldo García fue un hijo ejemplar y un alumno ejemplar, pero más que nada era un extraño ejemplar. Atribuía su obsesión de ordenar y archivarlo todo a la influencia premonitoria de su propio nombre de pila “Archivaldo”. No era el primer caso en su familia de un nombre premonitorio; por ejemplo, su abuelo se llamaba Premonitorio García. Archivaldo fue criado por dos tías rigurosas, solteras, beatas que toda su vida lo previnieron contra los peligros del mundo y las malas mujeres. También los nombres de sus tías encerraban un cruel designio; se llamaban “Esther” y “Liza”. Esther y Liza, y de apellido “Castro”. Archivaldo nunca había logrado que alguna mujer le prestara atención hasta que conoció a Angélica Pura Castex. Pero ella luego de su encuentro con Archivaldo resolvió recluirse en un convento de Carmelitas, que le resultaba mucho más divertido. Archivaldo entonces compuso y le envió la canción que escucharemos a continuación en la que se destaca el estilo empleado…eh… el estilo “empleado público”. Archivaldo, con esta canción, intenta reanudar su vínculo, pero los hechos le demostrarán que reanudar es imposible. / Jorge Maronna: / Vuelve a mí, no volverá a ocurrir
Corpas: Ahora les quiero presentar / a un excelente músico, / un gran guitarrista nacido en Bahía, / en Bahía, en Bahía Blanca,
Según algunos autores, los orígenes de la música religiosa se remontan a un pasado muy lejano; según otros, se hunden en la prehistoria. / La pregunta que surge es: ¿se remontan, o se hunden? / Los pescadores primitivos ya entonaban fervorosos himnos litúrgicos para obtener una buena pesca, práctica que cayó en desuso porque / dichos cánticos halagaban a los dioses, pero ahuyentaban a los peces.
MM: La producción operística de Mastropiero sorprende por su notable coherencia. Pese a la diversidad de sus dramas, comedias, tragedias, al oír un fragmento de cualquier ópera de Mastropiero se reconoce inmediatamente la mano del compositor. Por su estilo, por su fuerza expresiva y, sobre todo, porque la música es siempre la misma. Incluso en los ensayos de sus últimas óperas reunía a los cantantes y en vez de partituras repartía sólo la letra. Por ejemplo, se conserva de su ópera “El suplicio de Sor Angélica” el texto del aria de soprano “Aléjate de mí que soy más pura que los ángeles”, con la siguiente indicación de puño y letra de Mastropiero: “cántese con la melodía de mi ópera anterior: La cortesana de Lamermore. Aquella que dice: acércate, mi amor, que soy más voluble que las aves”. Como escribiera el crítico musical Harold Shönstein: “todas las óperas de Mastropiero llevan su sello. El modo que tiene de componer óperas es un verdadero “modus operandi” como los delincuentes famosos. Mejor dicho, como otros delincuentes famosos. Por lo tanto, concluye el crítico, no comentaré más sus estrenos, enviaré al cronista de policiales”. Poco después salió en el periódico la siguiente crónica de una ópera de Mastropiero, dice así: “Al levantarse el telón comparece el tenor: sexo masculino, contextura pequeña, y dando muestras de encontrarse alcoholizado, increpa a la soprano: contextura robusta, sexo indefinido, y le reclama reanudar su relación. Ésta se niega, profiriendo alaridos y gritos desaforados, como si cantara. Ante lo cual, el arriba mencionado, en estado de emoción violenta, extrae de entre sus ropas una pistola calibre y le efectúa un disparo a quemarropa con orificio de entrada en el abdomen y orificio de salida… y orificio de salida. Luego, arrepentido por el ilícito, toma entre sus brazos a la soprano, aproximadamente un tercio de la misma. La daminificada se repone satisfactoriamente de sus heridas y decidida a perdonarlo lo estrecha en un fuerte abrazo. El tenor lanza un estridente si bemol agudo que, “prima facie”, sería un pedido de auxilio. La escena finaliza sin tener que lamentar víctimas ni daños materiales”. Esta escena es, precisamente, la que no vamos a escuchar a continuación, ya que ninguno de los integrantes de Les Luthiers se avino a representar el rol de la soprano. Tampoco quisieron interpretarlo las instrumentistas de la camerata. En cambio, representaremos un fragmento de otra ópera de Mastropiero, pero que lleva la misma música. Es la escena de Daniel el Seductor, ante la ventana de Juana María del Sagrado Corazón, de su ópera, “La hija de Escipión”. / DR: Soy Daniel, el seductor / y a la muy hermosa Juana / vengo a cantarle mi amor
En la Suite “Los noticieros cinematográficos” de Johann sebastian Mastropiero, tanto la fanfarria del comienzo y el final como el vals de “Artesanía insólita”, la canción oriental de “Costumbres milenarias” y la marcha de “Celebración y desfile” fueron grabados íntegramente con instrumentos informales por el sistema de sobregrabaciones. Quien quiera adivinar en esta obra una leve intención crítica, puede. / ¿Qué sucedió en la semana, eh? / ARTESANÍA INSÓLITA / En un tranquilo rincón de los Alpes austríacos, el señor Klaus Wunderhertz realiza una extraña artesanía: con viejos escarbadientes en desuso fabrica las espléndidas catedrales góticas que estamos viendo, y que no parecen tener diferencia con las reales. El ingenio de este simpático anciano le permite aprovechar inclusive los restos de comida, inevitables en los escarbadientes, para completar su obra con árboles, personas e imágenes de increíble realismo. Vemos al señor Wunderhertz sonriendo satisfecho junto a sus catedrales, fruto de 62 años de amor al trabajo, dedicación, paciencia, entrega y dedicación. Nos alejamos asombrados sin comprender de qué se ríe.
MM: Tal vez quien mas ha reflexionado sobre la música para televisión, sea el compositor, Pierre per Epiztner, autor del libro titulado “La corchea y el orticón, interacción y propuesta”. A dicho libro pertenece la celebre frase que dice, “de cada diez personas que ven televisión… cinco… son la mitad”. Escucharemos a continuación, de Pierre per Epiztner, su “Suite televisiva Op. 83” También llamada “La tanda”, para recitantes, coro y pequeño conjunto instrumental. / Coro: Televicio… / DR: Televicio / MM: la mejor programación
Marcos Mundstock: Queridas telespectadoras, bienvenidas a la primera revista televisiva del corazón, bienvenidas a Cardioshow. Nosotros en Cardioshow consideramos que la mujer tiene que estar bien informada y tiene que ocupar su lugar junto al hombre con los mismos derechos, como si fueran iguales. Y como la mujer tiene que estar bien informada, ya comenzamos en Cardioshow con las noticias de hoy. Primera noticia: divorcio en la farándula; parecía que se querían tanto, pero se han separado: Emilio Perkins y Estela Le Parc y Claudio Collins… de sus respectivos cónyuges… ¡aaaah! Otra noticia: el astro de tantas telenovelas Arnolfo Fountain aclaró en conferencia de prensa que su reciente operación no obedece a simple coquetería, sino a exigencias profesionales de la película que está filmando, “Desidia fatal”, en la que Arnulfo Fountain interpreta el papel de Elisabeth. Otra noticia: esta mañana, en una lujosa clínica, el ídolo de la canción romántica Charlie Charles ha sido madre… eh, padre, padre. Y ahora aquí, en Cardioshow, en primicia exclusiva, a pocas horas del parto, la presencia de Charlie Charles y su bebé. / Carlos Núñez Cortés: Salud, amigos. Mirá qué cosita. / Mundstock y Núñez: ¡Cuchi, cuchi! / Marcos Mundstock: ¡Muy bonito bebé! Charlie, eh… Charlie, bienvenido a Cardioshow, gracias por haber elegido nuestro programa para presentar en exclusiva a tu bebé. Y dinos, ¿qué nombre le han puesto?
Marcos Mundstock: La siguiente pieza de este recital es un ritmo latinoamericano muy festivo, muy animado que se canta, se baila, sobre todo difundido en países tropicales como Colombia, Venezuela, República Dominicana… en fin, estamos hablando ni más ni menos que del famoso merengue. El merengue es una danza… / Daniel Rabinovich: ¿Cómo le va? / Marcos Mundstock: ¡Doctor! / b>Daniel Rabinovich: ¿Cómo está?