Baixar Mais Tocadas: ouvir Les Luthiers

Marcos Mundstock: La zarzuela “Las Majas del Bergantín” narra la historia de los marinos de un navío de la corona española que transporta a un grupo de prisioneras para ser juzgadas en Cádiz, describe la relación de los marinos con las forajidas mientras el bergantín es asediado por el barco del pirata Raúl, a cuya banda pertenecen las prisioneras. Esta zarzuela está basada en la novela “Lejanías” , de Jorge Esteban Pérez Ríos, y la adaptación no fue fácil ya que la novela original trata de un leñador que vivía con su loro en los bosques de Bulgaria. No fue fácil. El único personaje que ha permanecido es el loro. Los autores de “Las Majas del Bergantín” , Rafael Gómez y Sampayo y Ataúlfo Vega y Favret, responsables ambos en colaboración de varias zarzuelas de gran éxito, luego de ponerse de acuerdo sobre las líneas generales que debían seguir tanto la música como la letra, trabajaron intensamente durante tres meses. Cuando se volvieron a encontrar, descubrieron con cierto desagrado que ambos habían escrito la letra. Fue entonces cuando decidieron incorporar un músico al equipo. Recurrieron al compositor y célebre guitarrista Ramón Véliz García y Casal, a quien llamaban “El Cervantes de la Guitarra” (porque era manco). Escucharemos a continuación justamente, y finalizando el presente recital, el segundo acto de “Las Majas del Bergantín” , zarzuela de Pérez Ríos, Gómez y Sampayo, Vega y Favret y Véliz García y Casal. Los marinos cantan orgullosos de su navío que gallardo desafía la furia de los vientos / (Se colocan todos de pie y en fila delante del escenario, con las manos en los cinturones, la chaqueta abierta y las piernas separadas. Detrás queda Carlos Núñez Cortés sentado al piano) / Todos / Sopla el viento, sopla el viento
El folklorista Cantalicio Luna… je je… no… sí… / no… sí… más o menos… el folklorista Cantalicio / Luna vio la luz en la provincia de Buenos Aires… a / los 18 años… la madrugada en que llegó de Santiago
Marcos Mundstock: Johann Sebastian Mastropiero dedicó su divertimento matemático, op. 48, el “Teorema de Thales”, a la condesa Shortshot, con quien viviera un apasionado romance varias veces, en una carta en la que le dice: “Condesa, nuestro amor se rige por el Teorema de Thales: cuando estamos horizontales y paralelos, las transversales de la pasión nos atraviesan y nuestros segmentos correspondientes resultan maravillosamente proporcionales”. El cuarteto vocal “Les frères luthiers” interpreta: “Teorema de Thales” op. 48, de Johann Sebastian Mastropiero. Son sus movimientos: Introducción, Enunciazione in tempo di menuetto, Hipotesis agitatta, Tesis, Desmostrazione, ma non troppo, Finale presto con tutti. / Si tres o más paralelas, si tres o más parale-le-le-las / Si tres o más paralelas, si tres o más parale-le-le-las / Son cortadas por dos transversales
Marcos Mundstock: Al revisar la biografía de Johann Sebastian Mastropiero surge que todo un período de su existencia se vio ensombrecido por el alcohol, el que va de las 7 de la mañana a las 12 de la noche. Sin embargo, la historia de la música le debe gratitud a su afición por la bebida, ya que justamente estando borracho se abstenía de componer. Salvo la obra que escucharemos a continuación. / Ese día Mastropiero se hallaba en pleno “delirium tremens”. En sus visiones se le aparecían terremotos en la India, guerras en Europa, niños hambrientos en África, y un hombre de voz chillona que vaticinaba diluvios, temporales y leve descenso de temperatura. Apagó el televisor. Volvió a sus alucinaciones habituales: las ratas. Se le presentaban, una vez más, la rata Renata y la rata Rita, con una historia de ratas expulsadas del reino. La fábula lo cautivó y se lanzó a componer su Oratorio para niños, opus 61, “Las Ratas”, más conocido como el “Orratorio”. Compuso con tal entusiasmo y celeridad, que al verlo trabajar nadie habría creído que estaba totalmente borracho. Escuchando la obra se cree perfectamente. Pese a todo, decidimos incluir la obra, tal vez identificados con su embriaguez poética, o solidarios con su lírica borrachera, o tal vez, eh… la verdad, hermano, no sabemos por qué. / Carlos Núñez Cortés: / Una tarde, en la plaza del reino
Texto de carátula del disco: Toda suerte de efectos especiales, y en ruido de pasos, la actuación especial del shoephone o zapatófono en la siniestra mano de Puccio (es notoriamente zurdo). / Marcos Mundstock: Cuando Mastropiero viajó a los Estados Unidos dispuesto a componer música para cine, dos hechos le produjeron fuerte impacto. El primero fue la imponencia de los estudios de Hollywood. Decidido a triunfar, Mastropiero fue directamente a la productora más importante de todas, intentaba entrar por la puerta grande. La puerta grande estaba cerrada, y ese fue el segundo impacto. Mastropiero fue recibido, de cualquier manera… Mastropiero fue recibido de cualquier manera. Sin embargo… sin embargo, causó buena impresión en Skinny Walrus. Skinny Walrus era el Presidente de la “Walrus Brothers”. Skinny Walrus le encomendó a Mastropiero que compusiera la música de fondo para una película que estaba filmando el célebre director Ralph Smith, “La bestia abominable”… el director, la película se llamaba “El asesino misterioso”. Se escuchará a continuación la banda de sonido del avance publicitario de la película “El asesino misterioso”, donde puede apreciarse la música compuesta especialmente para el film por Johann Sebastian Mastropiero. / (Aparece Daniel Rabinovich con un libro de poemas) / Daniel Rabinovich: ¡Acá está! Mirá qué belleza. Aunque el sol ya se escondió no esperes que yo me vaya, amante fiel como… eeehhh. ¡No es una porquería! Es un poema de Torcuato Gemini. Torcuato Gemini, siglo XIX, mil cuatrocientos veinte. ¡Ah, no, es el precio!
Relator (en off): Los cortesanos de Francisco I ven postergados sus planes. El oscuro personaje ha desaparecido de las Indias y todavía no apareció en ninguna otra parte. Segismundo Freud sigue dando conferencias en Viena aunque planea un viaje a Cremona. Un extraño espadachín flamenco ha mantenido secretas conversaciones con Francisco I, pero Rafaello no puede ser porque está en Sevilla. Thales de Mileto sigue negándose a concurrir a la corte de Francia. La ira y el tedio del rey crecen día a día. Los cortesanos deben entretenerlo mientras no se concretan sus designios. A tal fin, conducen ante el monarca un grupo de juglares, sorprendidos haciendo las delicias de ciertos mercaderes trashumantes, que trasladan un extraño cargamento desde Andalucía a los Países Bajos. Al principio, los juglares no se atreven a verter el contenido de sus lascivas coplas ante el soberano, pero son obligados a hacerlo. Temen ser castigados por la procacidad de sus cantares, mas deben actuar por fuerza. Por lo tanto, han elegido para su presentación frente al rey, dos canciones levemente obscenas, que ya le brindan. / (Francisco I está recostado. Frente a él, los juglares le interpretan sus canciones) / Juglar: / En mi pieza hay una cama