Baixar Mais Tocadas: músicas de Joan Manuel Serrat

Ens ho ha de dir la veu tremolosa y trista d’un campanar. Un cop de llum i el crit de d’una garsa que ha despertat amb fam i busca per entre blats i civades qualsevol cosa per omplir el pap. O potser un gall que dins la cort canta: la nit és morta i ja es fa clar. Mentre jo canto, de matinada, la vila és adormida encara. S’han despertat mullades les fulles del camp d’alfals veí. S’espolsen l’aigua de la rosada mentre que arriba la matinada i el sol que les escalfa fins que les tallin d’un cop de falç. Alcen la testa mullada i fresca. Per a caure a terra massa temps hi ha. Dintre la vila ja plora un nen i pels afores corren els bens. Amb el sarró i la bóta a l’esquena, amb un bastó a la mà, se’n va el pastor i el seu gos d’atura, se’n van cap unes altres pastures. Trencant rius i cabanyes a les muntanyes volen tornar. Surt amb l’aurora, cal sortit d’hora: el camí que han de fer és molt llarg. / Cap a la vila ja ve el pagès, la bossa buida i el carro ple de roig tomàquet i de verdures collides del seu hort. La mula sua i el carro crida i l’home tanca els ulls i somnia mentre el sol es lleva d’un llit d’alzines, enlluernant les velletes que pansidetes, cap a l’església van caminant. I ara jo canto de matinada, la vila és adormida encara.
La gente va muy bien en cualquier acto público para llenar la cancha y hacer la ola. La gente va muy bien para ilustrar catálogos, para consumir mitos y seguir la moda. La gente va muy bien para construir pirámides, para tirar del carro y hacer el amor. La gente va muy bien para formar ejércitos y para dar ambiente ¡Viva la gente…! La gente va muy bien para contarles cuentos, para darles porrazos y venderles ungüentos. La gente va muy bien… La gente va muy bien para decir que «SÍ» para decir «AMÉN». La gente va muy bien como ejemplo de bípedo que llora, se enamora y usa zapatos. La gente va muy bien para suscribir pólizas, acatar las consignas y pagar el pato. La gente va muy bien como dato estadístico, anónimos comparsas de este culebrón. La gente va muy bien yo puedo asegurárselo. Conozco a esos plebeyos… ¡Soy uno de ellos…! La gente va muy bien para aplaudir al jefe, animar el paisaje y preservar la especie. La gente va muy bien… La gente va muy bien. para decir que «SÍ» para decir «AMÉN». / La gente va muy bien… La gente va muy bien… La gente va muy bien, pero que muy bien… La gente va muy bien para decir que «SÍ» y por eso TAMBIÉN La gente va muy bien para enjugar las lágrimas, para darse un abrazo y entrar en calor. La gente va muy bien para vencer obstáculos, para darnos sorpresas, recobrar la memoria y emplear la cabeza para cambiar la historia y unidos buscar el camino que lleva al Edén. La gente va muy bien.
Corren buenos tiempos, buenos tiempos para la bandada de los que se amoldan a todo con tal que no les falte de nada. Tiempos fabulosos, fabulosos para sacar tajada de desastres consentidos y catástrofes provocadas. Tiempos como nunca para la chapuza, el crimen impune y la caza de brujas. Corren buenos tiempos, buenos tiempos para equilibristas, para prestidigitadores y para sadomasoquistas. Y silenciosa la mayoría, aguantando el chaparrón al pie de un cañón de papel maché, come el pan nuestro de cada día con un culo así contra la pared. Llorando en el mar viéndolas venir, viéndolas pasar, pasar, pasar. Corren buenos tiempos, buenos tiempos para esos caballeros locos por salvarnos la vida a costa de cortarnos el cuello. Tiempos fabulosos fabulosos para plañideras, charlatanes visionarios y vírgenes milagreras. / Tiempos como nunca para echarle morro o sacar coraje y pedir socorro. Corren buenos tiempos, buenos tiempos preferentemente para los de toda la vida para los mismos de siempre. Para los mismos de siempre. Siempre. Siempre.
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido. El olmo centenario en la colina… Un musgo amarillento le lame la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas de alguna mísera caseta. Antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama / verdecida. Mi corazón espera también hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera.
Ruiseñor, que vas a Francia, ruiseñor, encomiéndame a la madre, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo. Encomiéndame a la madre, ruiseñor, y no mucho a mi padre, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo. Porque me ha mal casado, ruiseñor, a un pastor me ha entregado, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo. / Que me hace guardar el rebaño ruiseñor, he perdido la cencerrada, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo. Yo te daré por paga, ruiseñor, un beso y un abrazo, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo. Ruiseñor, que vas a Francia, ruiseñor, encomiéndame a la madre, ruiseñor, de un bello boscaje ruiseñor de un vuelo.
Barquito de papel, sin nombre, sin patrón y sin bandera, navegando sin timón donde la corriente quiera. Aventurero audaz, jinete de papel cuadriculado, que mi mano sin pasado sentó a lomos de un canal. Cuando el canal era un río, cuando el estanque era el mar, y navegar era jugar con el viento, era una sonrisa a tiempo, fugándose feliz de país en país, entre la escuela y mi casa, después el tiempo pasa y te olvidas de aquel barquito de papel. Barquito de papel, en qué extraño arenal han varado tu sonrisa y mi pasado, vestidos de colegial. / Cuando el canal era un río, cuando el estanque era el mar, y navegar era jugar con el viento, era una sonrisa a tiempo.