Marcos Mundstock: La siguiente pieza de este recital es un ritmo latinoamericano muy festivo, muy animado que se canta, se baila, sobre todo difundido en países tropicales como Colombia, Venezuela, República Dominicana… en fin, estamos hablando ni más ni menos que del famoso merengue. El merengue es una danza… / Daniel Rabinovich: ¿Cómo le va? / Marcos Mundstock: ¡Doctor! / b>Daniel Rabinovich: ¿Cómo está?
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Narrador: A continuación, un fragmento del drama Enrique VI de William Shakehands. Del drama Enrique VI la escena séptima del cuadro tercero del acto primero. El Rey Enrique VI ha rezado la novena en su cuarto y después de unos segundos atraviesa la quinta / Rey: Ven juglar, acerquémonos al balcón de María para darle una serenata. María, María, mírala… Qué bella… Que bella plebella. ¿Debo abdicar al trono por amor a ella? ¿Vale acaso más una fría corona que un solo reflejo de Sol en los dorados cabellos de María Blessing? / (El juglar hace gestos de más o menos) / Rey: ¡Oh dolientes espíritus!, ¡Oh sempiternos gemidos! Acudid en mi ayuda, decidme qué debo hacer en este momento aciago… Así hago algo. María, María, la corona, ¡la corona! Pero, ¿qué importa una corona, si el resto de la dentadura está sana? El trono, la gloria vana, el oropel vacuo. Mira juglar, mira la estatua que me inmortaliza sobre brioso corcel. Yo, en mi vanidad, ordene que gastaran los dineros del reino en una estatua ecuestre… Cuestre lo que cuestre. Mira, mira las figuras: El Rey, el Caballo, solo falta el alfil. ¡El poder, la prisión, el trono! ¿El trono o María? Al fin y al cabo, el Trono lo quiero para posarme sobre el, y satisfacer mis deseos, los más sublimes y los más perversos, en cambio, a María la quiero para… Caramba, ¡qué coincidencia! Ven, juglar, ven, acércate, mira, quisiera cantarle a María, pero el destino me ha castigado con dura mano en mi inspiración musical. Ponle música a mis encendidos versos a María
(Marcos) / -Toda vez que por necessidades económicas / Mastropiero se vio obligado / a componer musicas a pedido, o por encargo,
Sigue “Miss Lilly Higgins sings shimmy in Mississippi’s spring” de Count Baseball. El medio musical de los Estados Unidos obliga a los músicos de jazz a recorrer un arduo camino, desde la indiferencia de los comienzos, pasando por dolorosas frustraciones, hasta la consagración final. Baseball recorrió una a una todas estas etapas, pero en sentido inverso. La traducción exacta del título es “La señorita Liliana Higgins sings shimmy in Mississippi’s spring”. Hemos grabado esta obra en sucesivas sobregrabaciones, exclusivamente con instrumentos informales y base rítmica. La formación utilizada fue la siguiente: 3 gom-horns, 3 tubófonos, 4 yerbomatófonos, 2 alt-pipe, 1 bass-pipe, 1 cuarteto vocal. Base rítmica: guitarra, banjo, batería. / (Obra instumental. Únicamente puede oírse un coro que canta una sola estrofa) / Papa, batata, barata, dirán / tanta pavada taraba a un titán.
La bella y graciosa moza / marchose a lavar la ropa, / la mojó, la mojó, / la mojó en el arroyuelo,
Marcos Mundstock: Con motivo del 75º aniversario de Industrias Dow, difundiremos hoy una audición especial, a cargo del conjunto de instrumentos informales Les Luthiers. Industrias Dow para sus departamentos de Agroquímica, veterinaria, industrialización de materias primas, y su línea Ayudín, además de su departamento químico y plásticos, se complace en presentar, directamente desde Mau Mau: ¡Now Dow in Mau Mau! La orquesta de instrumentos informales Les Luthiers dará hoy una nueva muestra del gran prestigio ganado… / Daniel Rabinovich: ¡Ah!… ganado vacuno… porcino… ¿ganado lanar? / Marcos Mundstock: … habiendo realizado, aparte de las piezas de su repertorio, la grabación de las cintas musicales y el fondo orquestal del himno de las Industrias Dow, en afortunados raptos de la propia inspiración y calculados raptos y secuestros de la inspiración ajena. El primer número del programa será “Boleró”, Opus 61, de Johann Sebastian Mastropiero. / (Les Luthiers interpretan su obra “Bolero de Mastropiero”)
Marcos Mundstock: Johann Sebastian Mastropiero volvió al castillo de la condesa Shortshot con la frente marchita. Las nieves del tiempo habían plateado su sien, su sien derecha para más datos. Lo atendió un viejo criado, quien tan sólo por la voz lo reconoció. A la dama, noble viuda de un guerrero, no le importó su pasado, ignoró el episodio de las cuatro modelos, total, la gente siempre habla. Se confundieron en un abrazo, la condesa quedó con los brazos extendidos y Johann Sebastian abrazó a la criada… se confundieron. Tres meses más tarde la Condesa daba a luz una hermosa criatura. “Los hombres me han hecho mal”, se quejó la dama, a lo que respondió Mastropiero: “los hombres me la han hecho bien”. Pero se resignó a reconocer a la criatura como propia. “No te quejes Johann, es natural”, dijo ella, “sí, por eso me quejo”, respondió el compositor, y dedicó a la criatura una canción de cuna. Reflexionó amargamente el músico: “Nunca se sabe de dónde le puede llegar la inspiración a un artista”. / “Berceuse”, Opus 36, de Johann Sebastian Mastropiero, por Les Luthiers. / Marcos Mundstock: / Duermete, duermete, duermete, duermete,